Fue en mi época matrimonial. Para el tiempo en que ocurrió, dependía económicamente del papá de mi hija. Habíamos acordado que luego de que llegara de su trabajo, saldríamos a llevar a la niña al cine. Era Halloween, llegó tarde, con tragos y con miles de excusas para no cumplir su promesa de salir en familia. Terminamos discutiendo y yo con una ira de tres pisos por quedar arreglada. Recuerdo que le dije que por plata no me humillaría y en mi estado alterado desee con todo mi corazón y con todas mis fuerzas tener dinero para salir...
¿Qué ocurrió? Que estando discutiendo y eligiendo tener con qué salir, el dinero apareció de la nada, miré al suelo y allí estaba un billete de $20.000 pesos; al tiempo que lo cogía y discutía, pensaba/sentía en que no era suficiente que requería más y siguieron apareciendo más billetes en el suelo. Fueron cuatro en total. $80.000 pesos que en aquel entonces (y ahora también); eran suficientes para transporte/pagar las entradas/comer.
Era consciente de lo que había pasado y agradecí a Dios por amarme tanto.
Hace algunos años entendí la dinámica que obró en esa experiencia. Manifesté dinero y, como lo escribí en un post anterior, ese poder creador se ha replicado otras tantas veces. No de la misma forma. Pero, se ha replicado.
Tomo lo que se constituyó como fundamento para empezar a desarrollar ese poder de creer, la doctrina cristiana, para expresar algunos aspectos:
Si no somos capaces de manifestar nuestra fe, menos estar a la altura de Jesucristo o de superarlo (como él, nos dijo); todo esto se debe a una cuestión en la identidad que se refleja en la esencia y nada tiene que ver con lo que conceptualmente se tiene incorporado y se repite en automático. Es mucho más profundo que esa simple repetición mecánica y vacía de conceptos, en este caso, de lo que ha llegado como establecido en el poder de la manifestación, la Ley de atracción, de la New Age o del poder de la fe.
No sólo es creer. ¿De qué tamaño es tu fe? La semilla de mostaza es una analogía utilizada por Jesús para posicionarte en el nivel vibratorio en el que estás. También está la cuestión del resultado de tu fe (tus obras y de la gracia) La carta a los Gálatas habla de las obras de la carne y los frutos del Espíritu, tales obras se describen desde la carencia. La carencia de identidad de la que estamos revestidos. Pues bien, a eso le añadimos dos niveles más de complejidad: La cuestión para el cristiano, no está sólo en el grado de poder de la creencia sino que además está en el *desde donde* y en la *aprobación divina/gracia* de sus obras.
Vayamos por partes...
Estos tres aspectos (poder de la fe/desde dónde opera la fe/aprobación-gracia), son los que me llevan a la experiencia que tuve en mi época matrimonial. Así que, ese poder creador lo podemos usar para edificar o para destruir. Depende, como dice Gálatas en su capítulo 4, de lo que opere en cada uno. Es la analogía que utiliza Jesucristo en relación a las semillas y los frutos de esas semillas. Lo que operaba en Jesús no dependía de él/ de sus formas sino del tercer aspecto antes mencionado: la gracia/la aprobación porque, como en el ejemplo que expongo, el que podamos usar lo que nos fue dado, no implica que seamos aprobados. Eso es lo que dice el cristianismo... y puedo, darlo por cierto, en parte. Explico...
Jesús fue aprobado en la utilización de su poder porque siempre pensó /sintió en servir...
Observamos entonces que Jesucristo se mantuvo en obediencia al servicio y como consecuencia de ello, pudo obrar la potestad otorgada con dominio de sí; es decir, unificada/alineada al propósito divino por el cual fue enviado: *por amor a la humanidad* En 2 Tim. 1,7; Snt. 3, 17-18; 1 Cor. 13 encontramos estas máximas.
Conviene volver a la pregunta inicial ¿Qué es lo establecido en el cristiano que impide manifestar la fe en la forma en que Jesúcristo lo dijo que lo harían? La carencia de identidad divina lleva a utilizar la fe para demandar a Dios lo que ya de por sí, se tiene. Se pide por la satisfacción de necesidades básicas (alimento/vestido/vivienda/educación/recreación según Maslow) porque no se cree que se tenga incorporada la Imagen y Semejanza divina Mt 6, 31-33. El poder de creer no nos es dado para pedir por nuestras necesidades sino que teniendo compasión por los otros y utilizando la fe para aumentar en nosotros el amor en nosotros, podemos ver nuestras necesidades satisfechas y aún más nos será dado. Mrc 6, 34-43. A ésto, se le añade que de adultos, hemos perdido la inocencia del poder de creer de los niños... De los niños es el Reino de los cielos porque ellos no tienen duda de que sus necesidades son satisfechas, no se han contaminado con las creeencias preestablecidas, que les llegan a través de sus padres... hay una pureza en ellos, que llega hasta cuando llega esa contaminación.... Ellos viven en la certeza... y se permiten expresar sin juicios sus emociones y sus necesidades básicas que ven y viven en la confianza... todo el tiempo.
Luego, el propósito del poder de creer es el servicio a los otros. No es extraño ésto, si el mismo Jesucristo al ser tentado por los maestros de la ley sobre cuál era el gran mandamiento, les dijo: Amarás a Dios con todo tu corazón/alma/mente y después amarás a tu prójimo como a tí, mismo. Mt.22, 36-39 ¿Amas a Dios por encima de todo (hijos/pareja/trabajo/amigos/posesiones/obras de la carne) y al prójimo como a ti mismo?
Vuelvo a la experiencia de manifestación en época matrimonial. La ley de manifestación o de generación, no responde a cuestiones moralistas o éticas, así como tampoco lo hace la Ley de la gravedad. Ella existe y funciona. Yo tenía un interés genuino de llevar a la niña al cine, ya había hablado con ella al respecto desde un acuerdo preestablecido con su papá. Los recursos se me brindaron para que los utilizara porque estuve alineada con la Ley... fue un deseo intenso desde la intención de servir; de generar alegría a otro... En este caso a mi hija. Y esa alegría, me incluyó... Yo también iba a disfrutar de esa alegría... Y eso fue lo que se manifestó... Los recursos aparecieron desde alinear pensamiento, palabra, sentir y acciones. La ira es la emoción que lanza a la acción...y desde allí, lo declaré, sin juicio... Que si fue en medio de una discusión es otra cosa... pero se manifestó una cantidad de dinero que antes no tenía. Elegí, no ir, al fin... En ese entonces, tenía exacerbada mi tendencia a la dependencia... Pero, me quedó claro la operancia de la Ley, aún desde el contraste.
Pensaba en ese contraste en estos días... En cómo nos han vendido la falsa idea que las leyes operan desde lugares bonitos, asociadas a las acciones buenas. De que la Ley sólo le funciona a la gente buena y/o a la gente escogida. Pero eso no es así. Adolfo Hitler fue un gran manifestador. Se hizo coherente con lo que quiso y por eso, lo manifestó. Nadie puede negar el impacto que sus obras causaron a la humanidad. Eso no se discute. Aquí hablo, del poder de creer... no del contenido de lo que se cree o de las cualidades o defectos que tenga quien cree. Y aquí, otro momento de mi camino, me llega como recuerdo: La película Estigma al final expone un pensamiento del evangelio de Santo Tomás que parafraseo, si crees que estoy en una piedra (refiriéndose a Jesús), ahí estaré.... Es eso... ya este pensamiento lo desarrollé en un post anterior... Jesús es la creencia... es la palabra que llegó como establecida para hablar del poder de la manifestación. Pudo ser otra, pero esa es la palabra con la que asociamos al poder de creer. Y muchos, se quedaron con el personaje, aunque el personaje y mensaje confluyan en la persona de Jesús....
Hoy, al ver las situaciones que atravieso, tengo reminiscencias de ese día... ¿Qué exactamente fue lo que dije, sentí, pensé para manifestar dinero en el acto y cómo lograr permanecer en ese estado de manifestación por mucho más tiempo? Hoy hay gente que dice, que estar en el gozo, que estar en el disfrute; pero yo no estuve allí... Yo tenía mucha rabia porque aparte de llegar con tragos, el papá de mi hija, llegó tarde. Así que ni placer, ni disfrute estaba sintiendo, aún así manifesté... que si bloqueos o no con relación al dinero, nada de eso fue conmigo. Que si el chackra sexual estaba sucio/subactivado o sobreactivado... Nada de eso me aplicó... Yo dependía económicamente del papá de mi hija; desee no estarlo, tener el suficiente dinero para no ser ofendida por no tenerlo y llevar a mi hija al cine. Y mi deseo se cumplió... así que la Ley no está condicionada, ni a las obras, ni al desde dónde, ni a la gracia (entendida como un poder que no depende de mi, que viene de afuera por ser escogida y perteneciente a un grupo selecto. ¿cómo encaja eso en el hecho de que Dios no tiene acepción de personas?), ni a nada que nos venden como razón para que funcione. Y aquí está el punto... conocer el mecanismo de su funcionamiento para que alineados con él, podamos manifestar en consciencia. Porque ella funciona, seamos conscientes o no.
Desde lo que te he compartido...Yo sólo sé que ni el hacer, ni el ser escogida fueron el mecanismo del funcionamiento de la Ley ese día... Queda únicamente, el hecho de que por estar aquí, por ser hijos de la Divinidad existe una primera condición para que se active desde lo que deseamos o evitamos. La segunda condición es que ese poder se activa cuando no te excluyes de hacer algo por/para/ a otros... La tercera condición es que ese otro se encuentre en línea directa de correspondencia contigo; en mi caso, la relación en primer grado de madre-hija. No quiero decir que eso siempre sea así. Jesús usó su poder de manifestación para mucha gente que no estaba en esa línea directa de relación; él, sirvió a muchos que no fueron sus parientes. La distinción es que, para esos que sirvió y que no estaban en línea directa de relación, tuvo los medios y la información para poder servir. Que lo hizo desde su abundancia de recursos y de información... Yo lo hice desde el entendimiento de no tener que ser ofendida por falta de recursos; de no querer depender de otra persona para poder tener dinero y de poder cumplirle a la niña y llevarla al cine. Y lo dije con toda la intensidad de la ira que tenía y con toda la convicción de querer tenerlo.
Así que, independientemente, de si lo que deseas sea bueno o malo, es la misma lógica con la que funciona la Ley de la Gravedad y las otras leyes... Funcionan para todos... Así como el sol sale para todos, así las leyes funcionan para todos... Y he ahí, está la mayor de las manipulaciones y el mayor de los aprendizajes... Salir de la programación que nos ha hecho creer que las leyes funcionan sólo para algunos elegidos. Los hechos dicen lo contrario.
Y ahí estamos. Aprendiendo del juego de los opuestos y del creer que algunos somos merecedores y otros no, a amarnos; en el amarnos a utilizar el poder de creer/manifestar y entender, en consciencia *desde dónde ha operado ese poder de creer.*
Soy yo quien escribo...
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