Ingresé al Consultorio 4 y me esperaba un médico, joven, alto y apuesto que estaba acompañado de una enfermera también joven y cariñosa. Me preguntó si era a quien llamaba y le dije que sí; continuó con la pregunta de rutina y le expliqué, con frases entrecortadas y con la voz lastimada de tanto toser, que desde la noche anterior tenía un leve dolor en la garganta; que después de mediodía había tenido un exceso de tos a causa de la piquiña en esa zona que había terminado en vómito; que mientras dormía plácidamente una siesta me había empezado otro exceso de tos que había desembocado en un bronco espasmo severo y que a partir de ese momento, cada vez que tosía me sucedía lo mismo pero con menor intensidad y que todo ello conjugado me impedía mi normal respiración. Continúo haciéndome varias preguntas a las que respondí negativamente . Me examinó y luego dio su diagnóstico: -De acuerdo con lo que observo y con lo que me dice, físicamente no le veo ninguna condición que le produzca l...
Es mi manera de compartir; es mi manera de conectar con otros.
Relatos que inspiran la expresión de la conciencia y el despertar espiritual.