El hombre y la mujer. Dios los creó de la misma naturaleza y esencia; pero con características muy diferentes. Así los hizo.
Los hombres y las mujeres se culpan entre sí por lo que les pasa en sus relaciones, y vuelvo repito como en el escrito "El arte de herir a los demás": ¿Qué es lo que nos hace vernos como enemigos? El estado de perfección entre ambos es la armonía, la complementariedad. Entonces ¿en qué se complementan? y ¿en qué se diferencian el hombre y la mujer?
Hablando de sus sexualidades, el hombre responde a sus instintos; ellos van y vienen de manera aleatoria y no hay forma de cambiar eso. Está en la capacidad del hombre de consentir o no ese sentir. También es cierto que no se consiente ese instinto a menos que haya una atracción más allá de lo sexual: porte, elegancia, inteligencia, sencillez,calidez, fuerza, manera de expresarse... En fin; la mujer con alguna de esas cualidades que atraen al hombre se convierte en una meta que hay que alcanzar. Luego de ello, estorba y se le aparta.
Puede que también sienta deseos de mantener una relación estable y duradera con ella y quizás lo consiga si así lo quiere. Pero, la mujer entusiasmada se pregunta: ¿Cómo descubrir en la vida del hombre cuándo una mujer es una aventura o una mujer con la que quiere pasar el resto de sus días? Y de ser así ¿Qué lo mueve constantemente a querer poseer otras mujeres?
Ya se dijo que el hombre responde a sus instintos sexuales la mayor parte del tiempo; y esa dimensión en él no cambia, ni con el matrimonio, ni con ninguna relación estable.
Entonces, ¿la relación amorosa entre el hombre y la mujer está supeditada a la opción del hombre de consentir o no ese deseo, en términos de fidelidad?
La respuesta es obvia...
¿Y la mujer? ¿Qué papel tiene ella con relación a esta situación? Estos son cuestionamientos que se intentarán responder en la próxima publicación...
Los hombres y las mujeres se culpan entre sí por lo que les pasa en sus relaciones, y vuelvo repito como en el escrito "El arte de herir a los demás": ¿Qué es lo que nos hace vernos como enemigos? El estado de perfección entre ambos es la armonía, la complementariedad. Entonces ¿en qué se complementan? y ¿en qué se diferencian el hombre y la mujer?
Hablando de sus sexualidades, el hombre responde a sus instintos; ellos van y vienen de manera aleatoria y no hay forma de cambiar eso. Está en la capacidad del hombre de consentir o no ese sentir. También es cierto que no se consiente ese instinto a menos que haya una atracción más allá de lo sexual: porte, elegancia, inteligencia, sencillez,calidez, fuerza, manera de expresarse... En fin; la mujer con alguna de esas cualidades que atraen al hombre se convierte en una meta que hay que alcanzar. Luego de ello, estorba y se le aparta.
Puede que también sienta deseos de mantener una relación estable y duradera con ella y quizás lo consiga si así lo quiere. Pero, la mujer entusiasmada se pregunta: ¿Cómo descubrir en la vida del hombre cuándo una mujer es una aventura o una mujer con la que quiere pasar el resto de sus días? Y de ser así ¿Qué lo mueve constantemente a querer poseer otras mujeres?
Ya se dijo que el hombre responde a sus instintos sexuales la mayor parte del tiempo; y esa dimensión en él no cambia, ni con el matrimonio, ni con ninguna relación estable.
Entonces, ¿la relación amorosa entre el hombre y la mujer está supeditada a la opción del hombre de consentir o no ese deseo, en términos de fidelidad?
La respuesta es obvia...
¿Y la mujer? ¿Qué papel tiene ella con relación a esta situación? Estos son cuestionamientos que se intentarán responder en la próxima publicación...
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