Ir al contenido principal

CON UN SIMPLE RESPIRAR...

¿Que cuánto tiempo gasto para sacar de mi alma todo lo que me impide reflejar la grandeza de ser una criatura hecha a imagen y semejanza de Dios?

A estas alturas la pregunta cambia; ya no se trata de gastar tiempo sino de estar consciente, de vivir en el presente; de estar en el aquí, en el ahora; ya no se trata de sacar sino más bien, de integrar, de unificar; no se trata de reflejar la grandeza de mi ser sino de vivir siendo un humano-divino, un creador.

A estas alturas vivo momentos que, poco a poco, son cada vez más en los que simplemente respiro; en los que me nutro de mi; en los que me disfruto sintiéndome, a pesar de que el cuerpo me duela; respiro y me dejo llevar por ello. He notado que al tomar consciencia de la respiración, se torna más lenta y profunda; la visión se vuelve diferente, como más aguda; a veces los pensamientos cesan, otras veces los veo llegar, en ocasiones los consiento y en otras me hallo en un estado aletargado en el que se vuelven visibles; quiero decir, que se tornan en imágenes y es como si soñara despierta. Me ha ocurrido, que termino durmiendo y al despertar de mucho de lo soñado, me acuerdo. Sí, todo ello con un simple respirar.

Muchas veces me pasa que comienzo a respirar y entonces el cuerpo se mueve, como si tratara de integrarse con la respiración; con ello, soy consciente de que hay partes de él, por donde la energía fluye de manera natural y otras partes por las que no y en esas hay dolor; no tanto como para identificarme con ello. Espero que con el tiempo todo mi cuerpo se reajuste. Lo digo, porque a pesar de las molestias siento que se sutiliza, se vuelve más flexible cuando se ejercita al compás de la respiración y obviamente partes que estaban tensionadas, se relajan.

Además de todo lo anterior, he podido integrar temores con tan solo respirar; ya no trato de escabullirme de ellos o de esconderme detrás de oraciones, repetidas como "mantras" para obtener paz; se trata de inhalar esa energía presente; se trata de conectarme conmigo misma y saber que nada de lo que aparece con el miedo puede hacerme daño porque tomo el control y estoy a salvo; se trata de amar mis temores y hablarles sin resistirme a ellos; se trata de preguntarles qué quieren que haga por ellos, se trata de saber que los miedos son una parte mía y por eso, no son todo lo que yo soy.

Últimamente he notado que termino amándome, siendo feliz, sintiéndome a gusto conmigo; literalmente, abrazándome; consintiéndome, masajeándome, apapachándome, sintiendo tanto amor y tanta ternura para mí que me hace plena.

Por otra parte, este escrito ha surgido a partir de mi deseo de expresarme; he gritado como loca; he jugado con los tonos de mi voz; he cantado en la ducha (tenía tiempo que no lo hacía); he disfrutado mi desnudez; he amado mi actividad tanto como mi inactividad; he disciplinado mi lectura y he tomado un descanso también; he absorbido mucha información y hoy he tenido ganas de manifestar mi creatividad al hacer este escrito; he hablado con el perro; he decorado la comida que he preparado; he inspirado su aroma y me he dicho que permito que al ingerirla, me haga bien, que me sirva; he pedido dirección a otros y también a mí misma. Por el momento espero respuestas, ciertamente llegarán.

De mis sueños, bueno; algo pasa con ellos, han cambiado mucho; ahora son como más aterrizados y llenos de experiencias actuales con gente con la que he tenido contacto a lo largo de mi vida; pero a ellos, por hoy los dejo a un lado, ya tendré tiempo y disposición para abordarlos más adelante.

Por lo pronto, tomo un receso para descansar.

Son las 10:30 pm y aunque cierre este cuaderno, lo dejo abierto por si en algún momento deseo volver a expresarme.

Descansa, descansa y vuelve a empezar. Porque constantemente, renazco.


*•.¸¸.•*´¨`*•.¸¸.•*´¨`*•.¸¸.•*´¨`*•.¸¸.•*

Comentarios

Entradas más populares de este blog

DESMANTELANDO PROGRAMAS. PARTE I

* El sentir/la inclinación/  que toma fuerza: Entregar/soltar/estar abierta y receptiva a lo que se me brinda en total aceptación. Quedamos en que la paz puede ser muy violenta. Que de hecho lo es. Hablando de esos *chispazos creadores*/momentos en los que mi esencia se ha alineado con la esencia de Dios, puedo concluir que, y se constituye en mi segunda meditación... SEGUNDA MEDITACIÓN:  El único esfuerzo es el no esfuerzo. Todo fluye cuando sueltas el control. Y es que no puede ser de otra manera, los caminos del despertar el Cristo interno, no son los nuestros; son mejores que los nuestros. ¿Qué sentido tiene pues esforzarse si a la manera de Dios, hay gozo/descanso/paz? La violencia de la paz es violentar lo que ya está establecido en el interior del ser humano. ¿Qué está establecido en el ser humano que impide confiar plenamente en Dios/morir al impulso de hacer las cosas a su manera/transformarse en la espera/vivir en paz/tranquil@ mientras se permite que Dios tome el c

ABRAZANDO LA VIDA...

* Iluminad el mundo desde el corazón; desde nuestra esencia que se sabe y reconoce eterna en el Origen. Iluminad el mundo desde esta existencia, siendo y haciendo lo que nos corresponde; allí mismo donde estamos, abrazando los cambios, abrazando la vida. *•.¸¸.•*´¨`*•.¸¸.•*´¨`*•.¸¸.•*´¨`*•.¸¸.•* *Imagen tomada de: www.consultasexologo.com

¿TOLERAR O RECONOCER?

Disfrutando de una interesante lectura, me inquietó una idea que desarrollo y que hoy les comparto a través de estas líneas... La fuente de la verdad es Dios. La verdad subyace en el conjunto de verdades que existe en el universo. Ese conjunto de verdades está conformado por la verdad que a cada uno se le revela. Sólo se posee la verdad que se le es revelada por el cerebro. Por eso, hablar sobre quién posee la razón o no es perder el tiempo. Los grandes sistemas, las grandes religiones no se habían dado cuenta de esta lección. Ahora, en esta época en el que el planeta se conscientiza de ello, ya se crean espacios abiertos para el diálogo y la aceptación. Anteriormente, pensaba que la tolerancia había que fomentarla, en este momento mi pensamiento se transformó. Cuando uno tolera, lo hace “porque le toca”, porque “no hay nada que hacer”, porque "ni modos". Se tolera por obligación no por convicción. Lo que cuenta es mirar al otro, no como un enemigo que hay que