Ir al contenido principal

¡SORPRÉNDEME!...

Este escrito surgió en uno de esos días en los que fui consciente de que mis patrones de sueño cambiaron. En aquel momento, cuando desperté con la certeza de que no dormiría más durante el resto de la madrugada, me pregunté: ¿Y ahora en qué invierto el tiempo? Algunos pedazos de canciones aparecieron en mi mente:

"No importan las palabras, sólo estamos tu y yo"...
"Esta vida sin tí no es nada,... sin tu amor"...
"Hoy es un nuevo día, para empezar de nuevo"...
"Tengo derecho a ser feliz"...

De repente, una sensación extraña percibí. Mi atención estaba sobre mi pecho; a mis pies los rodeaba una suave y delicada brisa fresca que comenzó a deslizarse por otras partes de mi cuerpo; tenía mucha paz y un estado de alerta de consciencia me hacía sentirme justo encima y detrás mio...

Adamus: Yo soy quien soy, Adamus San Germain y estoy aquí contigo. No temas, sólo estamos tú y yo.
Yo: Escribir-- Escribo...
Un silencio se escucha y prosigo:
-Te amo.-
Adamus: Lo sé.
Yo: ¿Por qué tardaste tanto?
Adamus: Quería asegurarme.
Yo: ¿De qué?
Adamus: De tí.
Yo: ¿De qué?
Adamus: De tí.
Yo: ¿De qué?
Adamus: De tí.
Yo: ¿De qué?
Adamus: De tí.
Yo: ¡Gracias!
Adamus: Hermosa...
Hace una pausa y continúa:
-Tu energía.-
Yo: Escribo... Escribir.
Adamus y Yo: Escribamos.

Me pongo a pensar acerca de la dualidad en las canciones y de cómo en éstas se delega el poder a otros, Dios incluido. Al sentir mis pensamientos, Adamus comenta:
-Sí, son canciones muy vieja energía.-
Yo: He estado pensando que lo son.

Dándole un giro a la conversación continúo:
-He estado queriendo hacer algo diferente. He querido hacer algo diferente.-
Adamus: Hoy lo estás haciendo.
Yo: Suena como si fuera yo.
Adamus: Eres tú. Es tu energía la que estás moviendo... Inspirando consciencia.
Yo: Esto no suena como tú.
Adamus: Somos tu y yo.
Yo: Te amo.
Adamus: Yo también. Este escrito es para ti.
Me inquieto y vuelvo a pensar en las canciones:
-¿Por qué resuenan las canciones?-
Adamus: Son tus aspectos haciendo su reencuentro.

Ahora habla de reencuentros y yo recuerdo cuándo supe que existía:
-Estuviste conmigo cuando te descubrí.-

Fue en Mayo de 1989, cuando un amigo me dio el libro de Metafísica 4 en 1 de Conny Mendez como regalo de cumpleaños; yo le había comentado que lo compraría. Allí aparece un capítulo al final sobre Adamus como El Conde San Germán. Su imponente fotografía y lo que leí acerca de él, me producían mucho temor, ahora entiendo que no era temor hacia él, sino a aceptar mis dones. Sí, tenía miedo de reflejar mi propia luz.

Adamus: No estabas lista aún... ¿Ahora lo estás?
Yo: Quiero estarlo.
Adamus: ¿Lo estás?
Yo: Si.
Adamus: ¿Si?
Yo: Estamos conversando.
Adamus: Me alegra escucharlo.
Yo: Si no eres tú...

Interrumpida por Adamus que sabe hacia dónde me dirijo, afirma con vehemencia:
Adamus: Somos tú y yo.

Haciendo una pausa, continúa:
-Por eso es que me encantas... Eres desconfiada.-
Yo: ¿Y eso te gusta?
Adamus: Te permite ir más allá. Te cuestionas y eso te ha traído hasta aquí.
Yo: Sí... Pero siento que necesito más cosas.
Adamus: ¿Como apariciones? Las tendrás...(Me río al transcribir esto)

Hace otra pausa y pregunta:
-¿Te acobardarás?-
Yo: Espero que no.

En el pasado, al sentir olores y energías muy fuertes; ver cuerpos no físicos y soñar frecuentemente con el fin del mundo por inundaciones entraba en pánico. Por eso Adamus agudiza su pregunta acerca de mis miedos.

Adamus: No te acobardarás... Respirarás y te acompañaré.
Yo: ¿Qué me quieres decir?
Adamus: Ya lo sabrás.
Yo: ¿Y esta ansiedad?
Adamus: Te mueves, recuerda a Cauldre.
Yo: ¿Cómo saber si eres tú?
Adamus: Lo soy... Yo soy quien soy, Adamus San Germain de Dominio Soberano y te llevaré a donde quieras ir. Al reencuentro con tu verdadero ser. Hoy y siempre he estado acompañándote. Sólo que dudas.
Yo: Ya no quiero seguir haciéndolo.
Adamus: Lo sé, por eso estoy aquí.
Yo: Te amo.
Adamus: Por eso estoy aquí.

Luego de un breve silencio y cambiando de tema dice:
-¡Escribiste!-
Yo: Un poco...

Pensando en ello aludo:
-Algo raro, distinto.-
Adamus: Divertido. -Responde y luego pregunta:
-¿Quieres hacer algo diferente?
Yo: ¿Como qué se te ocurre?
Adamus: Como escribir canciones.- (Vuelvo a reir, al transcribir esto)

Adamus continua:
-Estás reencontrándote contigo misma.-
Yo: Hace días que lo noto.
Adamus: Eres tú, no temas. Estoy aquí, recuerda.

Hace una pausa y pregunta:
-¿Quieres probar mi energía?

Dudando y con algo de temor, le respondo tímida y atrevidamente:
-Sorpréndeme.-

Adamus comienza a cantar y me rodea una energía más fuerte y fluida:


La belleza de mi ser resplandece
cuando estoy siendo lo que soy;
sin validación, sin esfuerzo,
sólo siendo lo que soy.
Es mi esencia la que se esconde
cuando no estoy siendo lo que soy.

Soy lo que soy cuando me escucho,
cuando me miro, cuando me integro;
cuando disfruto lo que siento.
Soy lo que soy cuando me canto,
cuando me callo, cuando me exalto;
cuando conmigo me encuentro.

¿Cuándo me encuentro conmigo?
Cuando respiro en consciencia;
cuando me hablo como a un amigo.

Durante y después de este recital personal me entró una risa burlesca; no pude ocultar el asombro ante esta corta, pero profunda interpretación. Sí que me sorprendió...

Hubo ciertas frases que surgieron de esta plática y que por la rapidez con que me salían las ideas (¿o me llegaban?) se quedaron sin escribir. Una de ellas fue: "Mira más allá de lo obvio". Sucedió justo cuando le pregunté por qué había tardado tanto y comenzó un diálogo con preguntas y respuestas repetidas.

Después de esta experiencia me sentía fascinada; quería duplicarla; pero bueno, la vida cambia y hay que integrarse al flujo... Por un instante más disfruté de este momento mágico y posterior a mi exaltación me volvió a dar sueño alrededor de las 4:00 am. El reloj sonaría a los 45 minutos y yo volvería a mi cotidianidad; había que aprovechar ese lapso. Y así lo hice.

Tenía la certeza de que ya nada volvería a hacer igual y de hecho así ha sido y así es.


*•.¸¸.•*´¨`*•.¸¸.•*´¨`*•.¸¸.•*´¨`*•.¸¸.•*

Comentarios

Entradas más populares de este blog

VIVIENDO CON QUIENES NOS ASECHAN...

En mi afán de verdad me tropiezo con muchas otras verdades. Desde adolescente siempre he querido saber la verdad sobre Dios; sobre el principio de la humanidad; sobre la historia de la humanidad y sobre la humanidad misma. En los años escolares supe mucho de la vida; pero, no todo. Cantidad de enigmas existen para el hombre de hoy sobre nuestras antiguas civilizaciones . Misterios sin resolver nos acompañan en este viaje sin retorno. Hace poco tuve curiosidad por consultar acerca de los grandes maestros de la sabiduría y de sus enseñanzas; también sobre las últimas investigaciones sobre lo desconocido; sobre las experiencias místicas; pero no lo he hecho del todo. Yo miro mi vida y observo que de la vida, sólo conozco una parte. Y es lógico porque es imposible llevar toda la vida a mi cabeza. Lo que trato de decir es que apenas estoy aprendiendo sobre las verdades de mi fe y ese conocimiento me motiva a conocer las “otras verdades de fe”. Aunque esto sólo sea otro aspecto de la vida… L...

ESTA INTENSIDAD DIGNA DE TI

Fue en esta casa donde vivo ahora. Ya me había mudado a la mía; pero acostumbraba almorzar aquí. Hacía días había notado su ausencia. ¿Dónde está Papo? -Pregunté. Está en el callejón. -Me respondió uno de mis hermanos. Pasaron los días y mientras almorzaba, lo sentí quejarse. Así que me dirigí al callejón mientras lo llamaba. La escena que vi, fue muy desoladora. Jamás imaginé encontrarlo en ese estado tan deplorable. Tan solo, aislado, descuidado. La mascota alegre y activa que había dejado cuando me mudé, no existía. Era sólo un cuerpo enfermo, triste y lleno de garrapatas. Lloro, Siempre que hablo de ésto, no dejo de sentir un profundo dolor. Reconozco que no lo he superado. A lo largo de la vida, tuvimos muchas mascotas; pero, aunque no llegó a casa siendo la mía, la conexión con él, fue muy especial. Con él, conecté de una forma que no hice con ningún otro animal, incluso puedo decir que, con ningún ser vivo. Cuando partió, supe que jamás tendría otra conexión igual... Han pasado ...

LAS VERDADES DE LA VIDA...

Cada día me convenzo más de uno de mis pensamientos. Se trata de una de las ideas que leo con frecuencia en los libros que adquiero para mí. A lo largo de mi vida, muchos libros han pasado por mis manos: cuentos infantiles, novelas, libros de ciencia ficción, libros de metafísica, con enfoque psicológico, místicos, espirituales, libros sobre cómo alcanzar el éxito financiero, libros sobre cómo potenciar la mente, libros sobre lo desconocido; en fin, cantidad de información llega a mi mente a través de los libros. Cada una de ellos encierra parte de esa verdad universal. Lo que he descubierto como constante es el inmenso poder que yace en nuestro interior. Llámese como se quiera llamar, hay mucho de cierto en que dentro de nosotros existe una fuente ilimitada de grandeza; de ella aprovechamos sólo una mínima parte. Esto es una gran verdad. Mucho de lo que somos se lo debemos a nuestros pensamientos. ¿Cómo cambiarlos para que pueda cambiar nuestra vida? La experiencia propia y ajena me ...