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DEJAR IR. PARTE I...

LA MAGIA CONTINÚA...

Fue para el mes de marzo. Se esperaba la muerte de la única tía-abuela que queda en la familia. Yo estaba segura, que pese a los dictámenes médicos, ellos no tenían la última palabra. Así fue. Sorpresivamente uno de sus dos hijos falleció producto de un paro cardio respiratorio. Fue toda una conmoción familiar; por un lado la tía en el hospital y por otro lado, despedir a nuestro primo.

En mi hogar, fui la segunda en recibir la noticia después de mi mamá. Yo, llamaría a informar la novedad a algunos familiares, dada la condición de salud de ella. Las exequias se celebrarían en una ciudad a dos horas y media de distancia de la ciudad donde resido. Mi mamá, una prima y yo llegaríamos allí, al comenzar la noche. Estaría con dolor de cabeza, acompañado de un vértigo impresionante. No se me quitaría, hasta volver a mi ciudad.

Se celebraron dos oficios religiosos: uno evangélico en la funeraria y uno católico cerca al cementerio. Intenté buscarle sentido a ambos. Miraba los rostros de los familiares y amigos presentes. Hallé una aparente calma. Salimos de la funeraria rumbo a la Parroquia. Me preguntaba por qué me sentía tan desubicada; tan alejada de todo. El sacerdote comenzó su homilía y no sé si fue por la cercanía con la familia, pero me conecté con su mensaje que fue muy sencillo y significativo. Tres verbos: Amar; vivir y dejar ir... Fue una exégesis muy bonita.

Para mí, comenzarían allí un conjunto de sincronicidades que hasta la fecha continúan.


ADIÓS A LAS VACACIONES: BIENVENIDAS LAS BENDICIONES...

Anhelaba pasar mis cortas vacaciones cerca al mar. Me había mentalizado para ello; cuando llegó la Semana Santa y que ese panorama estaba nublado, me cuestioné sobre la manera en que estaba haciendo mis creaciones. De inmediato, recordé que "cuando las cosas no están fluyendo es porque se le está poniendo mucho empeño." Acepté ese hecho y decidí aprovechar la semana para mantener mi espacio en orden, lavar la ropa, adelantar la lectura de algunos textos y por supuesto, descansar todo lo que mi cuerpo quisiera.

Centraría la lectura en libros pleyadianos: terminaría Cosmología Pleyadiana y comenzaría el Manual de Ejercicios Pleyadianos. Por lo general, cuando los textos vienen con ejercicios, doy una lectura rápida para ver de qué se tratan y posteriormente, me devuelvo para realizarlos. Éste no sería el caso. A la altura de los ejercicios previos de autosanación y despejamiento, no pude seguir. Leí con detenimiento la parte de los despejamientos de creencias, imágenes perfectas, formas de pensamientos, contratos y quedé como Jim Carrey en la escena de la película "La Máscara" cuando se queda boquiabierto mirando a su chica; se le cae la mandíbula inferior al piso mientras se le desenrolla la lengua como una alfombra. ¡Cuánto tengo por hacer! Y yo queriendo dizque vacaciones...

Descubrí que con muchas personas, presentes y/o ausentes, no había cerrado ciclos. Así que me dispuse a comenzar mi trabajo con una de ellas. Le escribí una carta. Muchas lágrimas rodaron por mis mejillas en ese momento. Ya consciente de lo que hacía, le di gusto a mi dolor. Cuando terminé, casi que de manera instantánea los músculos encima de mi hombro izquierdo empezaron a ceder. Yo siempre me había quejado de dolor cervical y de tener mucho estrés en esa zona. Por lo que sentí el alivio de inmediato, hasta el punto de que por un momento, al pasar en frente del espejo de la sala, el desbalance de mi hombro derecho en relación con el izquierdo. Después de ello, cada vez que practico la relajación y la respiración consciente, los músculos encima de mi hombro izquierdo se mueven en forma intermitente hacia arriba y hacia abajo. Incluso, a veces sin necesidad de estar en esos estados.

¡Ah!...Pero, en Semana Santa, no sólo liberaría la carga emocional atascada en forma de dolor cervical. Tal vez no disfrutaría de las estupendas vacaciones al son de la playa, la brisa y el mar que había planeado; no obstante, tendría unos cuántos regalitos más por quedarme en casa...


¿Y AHORA QUÉ?...

Llegó el miércoles y no quería saber nada de libros. Mucho menos de despejamientos. Pensé que era necesario dejar que el cuerpo se ajustara a su nueva condición. Por lo que decidí esperar unos días mientras se volvía a equilibrar para continuar con el trabajo. Mi hermana vendría con intenciones de convencernos de irnos a vacacionar fuera de la ciudad; pero, para la fecha, ya había entendido, que debía permanecer en casa. Imaginé que pasaría durmiendo ese día. Quedé como Condorito: ¡Plop! cuando supe que mi hermana se iría a divertirse y yo me quedaría de niñera de mi sobrina de dos años el resto de la semana. ¡Qué maravilla! Así quién no tiene hijos... ¡Ah! y lo digo porque a pesar de que me encanta tener a mi sobrina en casa, ella se encontraba desde la semana pasada con nosotros y yo realmente me había mentalizado a descansar puesto que mi hija se había ido a pasar la semana con su papá y porque suponía que al estar mi hermana de vacaciones, querría compartir con su hija el tiempo que el trabajo le impide estar cerca de ella; así que desentendiéndome de mi rol de madre y de tía, todo estaba dispuesto para mi descanso. Sí, ¿cómo no? ¡Qué noticia más alentadora! Si no iba a continuar con el trabajo emocional, tampoco descansaría... Vuelve y juega.

Pues bien, para mi fortuna, mi hermano vino con su familia a pasarse el jueves en casa, así que la hija de mi hermana se entretendría todo el día con mis otras dos sobrinitas. ¡Yupi!... Por fin, tiempo para mi... Imagínense la escena: libros a un lado, trabajo interno a un lado, hija a un lado, sobrina a un lado, trabajo en casa a un lado; ¿en qué invierto mi tiempo en Semana Santa? Pues, ¿en qué más si no en ver televisión? Jajaja... ¡Qué plan tan divertido; tan bacano! Sobre todo porque la única forma en que lo veo es cuando le quito el polvo de encima, jajaja... Pero bueno, dispongámonos en actitud de recepción... Sigan imaginándose la escena: Canales nacionales, las mismas series de todos los años. Definitivamente, si no fuera porque con los libros de los pleyadianos que leí antes de la Semana Santa tuve bastante de conspiraciones, creería que en serio estában conspirando contra mí. ¡Qué va! - Pensé... Jajaja... era verdad que lo estaban haciendo. Estaban conspirando; pero a mi favor. Ajá, vamos a tomarlo con "suavena y su pitillo" para ver dónde va a parar todo esto. Primer intento: "En el Comienzo: La historia de Moisés"; segundo intento: "Moisés"; ¿qué es esto por Dios?; tercer intento: "Los diez Mandamientos". Noooo, ¡esto es el colmo de los colmos!

Llegó el viernes; animados en la mañana, me encantan los animados. ¡Qué emoción! Cuarto intento: "La historia de Moisés" en "muñequitos". Estoy oliendo nuevamente el tocino en el día de hoy...Por la tarde, "En el principio: Moisés"...¿Por qué será que no me extraña? No me digan que saben cuál película presentaron por la noche... Jajaja... efectivamente... Moisés... Se anotaron un gol, cuando ya mi cabeza no aguantaba otra historia de Moisés... ¡Jesús! Y la versión que me parece más creíble de todas las que en mi vida me he podido ver: la divertida; la del Jesús plenamente humano...

Ok, recapitulemos: Dejar ir... ¿Qué otra cosa tendría que dejar ir además del dolor por la ausencia del primo en la familia; la idea de la muerte de la tía-abuela (en los demás porque yo sabía que todavía no era su hora); el alejarme nuevamente de mi hija en período de descanso; las vacaciones en la playa; la intención de descansar; las lecturas habituales; el dolor cervical; unas buenas películas por TV? Panorama todavía oscuro en aquel entonces...

Pero bueno, como dato interesante para aquellos que gustan de los números: 3 veces la historia de Moisés el Jueves Santo; 3 veces la historia de Moisés el Viernes Santo: Día en que el mundo conmemora la Muerte de Jesús, a sus 33 años; este viernes fue un día 3 (22-04-2011), con 3 cuatros... y justo ese día, vi su historia en la versión divertida... ¿Alguien pidió pollo? Ese número catalizador ¿qué es lo que iría a catalizar en mi vida? Sabrá usted... Lo único que tenía claro, era que escribiría al respecto de lo vivido en Semana Santa con respecto a la historia de Moisés; como lo hacía en aquellos tiempos en los que todavía mi fe, estaba pseudo-ligada a lo religioso del cristianismo y hacía exégesis de las películas y los eventos de esta Semana Mayor... Pero no sabía ni cuándo, ni cómo, ni en qué consistiría dicho escrito...

Así que esas dos palabras: DEJAR IR; continuarían haciendo estragos durante todo el mes de abril y lo que va corrido de mayo... Entérense de qué forma...


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