Disfrutando de una interesante lectura, me inquietó una idea que desarrollo y que hoy les comparto a través de estas líneas... La fuente de la verdad es Dios. La verdad subyace en el conjunto de verdades que existe en el universo. Ese conjunto de verdades está conformado por la verdad que a cada uno se le revela. Sólo se posee la verdad que se le es revelada por el cerebro. Por eso, hablar sobre quién posee la razón o no es perder el tiempo. Los grandes sistemas, las grandes religiones no se habían dado cuenta de esta lección. Ahora, en esta época en el que el planeta se conscientiza de ello, ya se crean espacios abiertos para el diálogo y la aceptación. Anteriormente, pensaba que la tolerancia había que fomentarla, en este momento mi pensamiento se transformó. Cuando uno tolera, lo hace “porque le toca”, porque “no hay nada que hacer”, porque "ni modos". Se tolera por obligación no por convicción. Lo que cuenta es mirar al otro, no como un enemigo que hay que
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